Pues ya estamos por aquí de nuevo con un jabón que me ha resultado delicado y encantador.
He combinado las propiedades del Hibisco,( el cual compré en un viaje a Egipto, allí lo utilizan mucho en infusión), y las de la Rosa Mosqueta, resultando una combinación expectacular.
El Aceite de Rosa Mosqueta contiene altos niveles de ácidos grasos esenciales poliinsaturados (EFAs), linoleico y linolénico, 77%, los cuales son en parte responsables de la beneficiosa acción del Aceite de Rosa Mosqueta en la regeneración de la piel. Además, la cáscara pulposa de sus semillas presenta un alto contenido de vitamina
C.
El Aceite de Rosa Mosqueta es uno de los productos que mayor interés ha despertado en el área de la dermatología, nutrición y cosmética, debido a que sus usos y aplicaciones van desde la regeneración de tejidos dañados, el retardo en la aparición de líneas de envejecimiento prematuro, y la prevención en la formación de arrugas, hasta el tratamiento de piel afectada por quemaduras o expuesta a radioterapia.
El Hibisco al igual que el resto de las plantas malváceas, contiene mucilagos, unos componentes azucarados que le confiren propiedades emolientes, es decir hidratan y protegen la piel, por este motivo pueden utilizarse para aliviar muchas afecciones de este órgano;heridas, grietas, úlceras, quemaduras...
Se puede útilizar realizando una infusión con las fllores y hojas secas, poniendolo en una compresa y aplicando sobre la afeción.
En este caso he puesto un texturizado por encima al jabón para darle un aire diferente.
Barra sin cortar.
Barra ya cortada.
Este jabón tiene;
Aceite de oliva
Aceite de coco
Aceite de palma
Manteca de mango
Aceite de Rosa Mosqueta
Infusión y flores de Hibisco
Fragancia de Musk.